Medios y gobierno de EU en escándalo censurado (+ video)
José Manzaneda
Uno de los grandes temas internacionales silenciados por los medios es el caso de los cinco cubanos condenados en EEUU a largas penas de cárcel, acusados de delitos como el de conspiración para el espionaje (1).
Las campañas internacionales por la libertad de estos cinco hombres son apoyadas por conocidas figuras públicas, entre ellas 10 premios Nobel, artistas de cine como Danny Glover, Martin Sheen o Susan Sarandon, y organizaciones como Amnistía Internacional (2). Pero ni siquiera este reclamo ha servido para que el caso llegue a los medios.
Tal como sostienen miles de activistas
internacionales, los cinco cubanos jamás realizaron actos de espionaje
ni atentaron contra la seguridad de EEUU, algo confirmado en su juicio
incluso por militares norteamericanos. Estuvieron infiltrados, eso sí,
en organizaciones terroristas de Miami, con el fin de informar sobre la
preparación de atentados en Cuba. Las pruebas que obtuvieron sobre la
actividad violenta de estos grupos fueron entregadas al FBI que,
increíblemente, en vez de actuar contra dichas organizaciones asentadas
en su territorio, procedió a la detención de Los Cinco en 1998.
El papel de los medios ha sido clave en
este caso. A nivel internacional, la tónica general ha sido el silencio.
También en EEUU: un estudio de Jeffrey Huling, de la
Universidad Sonoma State de California, reflejaba ya en 2008 que los
grandes medios de cobertura nacional habían ignorado completamente el
caso, y las escasas coberturas de algunos como CBS, CNN, The New York Times o el The Washington Post habían respaldado sin matices la versión del Gobierno de EEUU, presentando a Los Cinco como peligrosos espías cubanos (3).
En Miami, los medios jugaron un papel
mucho más activo, sobre todo durante el juicio a Los Cinco, celebrado
entre los años 2000 y 2001. Con un importante elemento añadido, al que
–curiosamente- los medios internacionales no han prestado la menor
atención: el Gobierno de EEUU pagó en secreto importantes cantidades de
dinero a 84 periodistas de dicha ciudad, para que publicaran noticias y
artículos e intervinieran en tertulias de radio y televisión, con el
objetivo de difamar a Los Cinco e influir sobre el jurado que,
finalmente, les condenó (4). Algo, por cierto, que viola las leyes
federales que prohíben la propaganda encubierta dentro del territorio de
EEUU.
El Gobierno pagó a dichos periodistas a
través de Radio y Televisión Martí, medios de propaganda integrados en
la llamada Oficina de Transmisiones hacia Cuba y dependientes del
presupuesto federal. Muchos de estos periodistas cobraban del Gobierno
sin conocimiento de la dirección de los medios de prensa de Miami para
los que trabajaban, y en los que insertaban finalmente sus materiales de
encargo.
El Gobierno de EEUU consiguió así que
durante el juicio dichos periodistas centraran todo su esfuerzo en la
demonización de Los Cinco. En los 194 días que duró el juicio, solo en
dos diarios, The Miami Herald y El Nuevo Herald, aparecieron 1111 materiales, más de 5 por día (5).
En ellos, Los Cinco eran presentados como
espías enviados para atentar contra la seguridad nacional de EEUU, o
como asesinos a sueldo del Gobierno cubano. Todo ello acompañado de
otros artículos y reportajes sobre la supuesta venta por parte del
Gobierno cubano de servicios de inteligencia a grupos terroristas
islámicos (6), o sobre el uso de drogas alucinógenas en sus actividades
de espionaje (7).
Los pagos gubernamentales a profesionales de medios privados de Miami fueron revelado en 2006 por el periodista Oscar Corral,
que sufrió a partir de entonces una campaña de amenazas y debió
trasladar a su familia a un lugar más seguro (8). Y en la web titulada
“Reporters for Hire” (reporteros de alquiler), están publicadas hasta
2.200 páginas de contratos y documentos de pago del Gobierno de EEUU a
dichos periodistas (9).
Pero, a pesar de tener tan a mano las
pruebas de este verdadero escándalo político, los grandes medios
internacionales prefieren seguir guardando silencio sobre el caso de Los
Cinco (10).