viernes, 2 de septiembre de 2011

De mosquitos, amores y odios.
Gonzalo Perera (contratapa de EL POPULAR, Viernes 2 de setiembre)


Menudo budismo el de Gerardo Hernández Nordelo. Por amor a Cuba, y a la raza huma, la (in)Justicia de los Estados Unidos y Endeudados de América, lo condenó a 2 cadenas perpetuas, más 15 años de prisión, más la obligación de mantenerse alejado de las instituciones terroristas de la mafia anticubana de Miami a las que logró acceder.
Dado el nivel de delirante disparate reunido en el párrafo anterior, repasemos algunos hechos básicos.
Gerardo es un ciudadano cubano. Tras una ola de atentados con bombas en los hoteles de La Habana en los que dejó su vida un joven ciudadano italiano, tras la larga lista de atentados que ha segado la vida de unas 3.478 personas, cubanos y  ciudadanos de otros países, Gerardo, junto a cuatro compañeros ( Ramón Labañino Salazar, Antonio Guerrero Rodríguez, Fernando González Llort y Renée González Seheweret) infiltraron organizaciones de la mafia de Miami a los efectos de predecir y evitar nuevos atentados en suelo cubano. Dichas organizaciones no tienen, según la (in)Justicia  de USA vinculación alguna con su gobierno. Por ende, infiltrarlas no supone agresión alguna a USA como tal. Pero adicionalmente, en reiteradas ocasiones y a título expreso, las cortes de USA calificaron dichas organizaciones de "terroristas". Para cualquier televidente de CNN, o del 4, 10 y 12, que es lo mismo, sería obvio que Gerardo  y sus cuatro compañeros (llamados "Los Cinco") deberían haber sido condecorados por el gobierno de USA, que dice ser el gran gladiador universal contra el terrorismo, por su heroico y arriesgadísimo aporte.

Pues no, si el terrorismo es contra Cuba parece que se mide con una vara muy diferente. Tan diferente como para que los cinco estén en prisión desde el 12 de setiembre de 1998. Tan diferente como para que la misma (in)Justicia que condenara a  sólo 10 años de prisión a Leandro Argoncillo, ex- asistente militar de los vicepresidentes Al Gore y Dick Cheney y responsable comprobado de la filtración de más de 800 documentos secretos sobre defensa nacional, condenara a Gerardo a 2 cadenas perpetuas más quince años, más la inhibición de acercarse a los grupos "terroristas" (insisto en el apelativo usado por la propia corte que le condenara) anticubana de Miami.
 
Es decir que Gerardo, previa consulta con el Dalai Lama, para dar cabal cumplimiento a su pena deberá reencarnar al menos dos veces en sí mismo. Gastar toda su vida presente en una prisión de USA, al igual que la vida entera de su primera reencarnación. Y en la segunda, ahí sí , sólo deberá cumplir 15 años de prisión y luego mantenerse alejado de por vida a los herederos  de  Jorge Mas Canosa, de los protectores del libérrimo Posada Carriles, o del fallecido monstruo Orlando Bosch, ellos sí responsables de las bombas en los hoteles, en el vuelo de Cubana de Aviación de 1976, etc. 
Parece delirio, pero es cierto. Tanto como que en estos días se agotan todas las instancias legales que la (in)Justicia de USA prevee para apelar el caso de Gerardo, por lo que semejante delirio puede devenir sentencia irrevocable.
¿Ud. está dispuesto a tolerarlo, querido lector? Yo no, de ninguna manera.
Pero si este delirio no bastara, la profunda crueldad, la inmensa capacidad de odio del águila imperial se refleja en toda su bajeza en el otro extremo, en el caso de Renée Gonzáles.
Condenado a "apenas" 15 años de prisión, todo indica que está muy próxima su libertad condicional. Pero el condicionamiento tendría ribetes  de un cruel y asquerosa ironía, de un nivel de perversidad y odio infinitos: René debería vivir su libertad condicional en la ciudad de Miami, centro de operaciones de la mafia anticubana a la que combatió.
Querido lector: esto es como liberar a un preso a condición de que viva en una jaula poblada de leones hambrientos. Es una pena de muerte muy poco elíptica, decarada y que hasta hace pensar en la sonrisa divertida de los "genios" imperiales que concibieron este "chiste" como forma última de expresar su misera humana y su odio ciego hacia Cuba.
Y en el supuesto caso de que Renée lograra sobrevivir en Miami, es evidente que deberá permanecer bajo muy estrictas medidas de seguridad, encerrado, siempre pendiente de las posibles agresiones, por lo cual su libertad condicional tendría muchísimo de condicional pero nada de libertad.
¿Ud. está dispuesto a tolerarlo, querido lector? Yo no, de ninguna manera.
¿Qué voy a hacer para expresar mi indignación ante la (in)Justicia imperial, ante su crueldad, perversidad y criminal sarcasmo?
Pues todo lo que esté a mi alcance. A saber:
1) En Facebook y Twitter, cada usuario pone una foto que aparece identificándolo en la pantalla cada vez que se comunica. Pues desde hoy y hasta el 12 de setiembre, mi foto será la de los cinco héroes cubanos rehenes de la (in) Justicia imperial, acompañada de la consigna "Libertad para los 5". Y  pido y pediré a todos mis amigos y compañeros que usan dichas redes sociales que levanten dicha foto de mi sitio y hagan lo mismo. 
2)  Imprimiré unas cuantas copìas de dicha foto,colocaré una en la puerta de mi casa y recorreré las casa de los compañeros de mi barrio pidiéndoles que hagan lo mismo. E invito a todos, según sus posibilidades, a hacer lo mismo en su barrio, difundiendo el inmenso atropello a la razón.
3) Escribiré una carta, que haré circular por toda vía imaginable para recolectar firmas, exigiendo el retorno inmediato de los 5 a su Cuba querida, y no lo haré  invocando la Revolución, sino la dignidad humana : pediré a todos los hombres justos, de buena voluntad, aunque no estén de acuerdo con la Revolución, que firmen  expresando que el atropello bestial y descarado tiene sus límites en este planeta.
4) Permaneceré atento a las actividades que organizará el Comité Uruguayo pro Liberación de los Cinco y a las que se anuncien desde www.cubadebate.com u otros sitios amigos de Cuba.
El genial Quino puso en boca de su personaje Libertad (nombre más que pertinente) una frase que en su ternura, humor y profundidad, debe ser el lema de nuestro accionar militante:
"Un mosquito no puede picar una locomotora, pero puede llenar de ronchas al maquinista".
Para los despreciables maquinistas de la locomotora de la guerra,  de las invasiones, de la muerte, de la injusticia alevosa, del odio militante, seamos y multipliquemos mosquitos, que hagan mil y una pequeñas acciones, de apariencia ínfima, pero que sumadas, pueden llenar de ronchas al maquinista.
No por odio, no por sed de venganza, sino por amor, que de eso trata la Revolución.
Amor a Cuba, amor a la Justicia, amor a la verdadera Libertad, pero sobre todas las cosas, amor a lo mejor de la especie humana, donde quiera que haya nacido.

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