Desde
hace dos años, Roberto González, el querido hermano de René,
brillante abogado del equipo de la defensa, está dando una batalla
colosal por la vida.
Lo está haciendo con la dignidad y la fuerza que caracteriza a Roberto y René.
Tiene
el amor de su esposa Sarita que lo acompaña permanentemente, de sus dos
maravillosos hijos, de sus sufridos padres Irma y Cándido, de sus
sobrinas Irmita e Ivette, de todos sus familiares y de los muchísimos
amigos que en esta batalla por la libertad de los Cinco lo hemos visto
brillar durante todos estos años.
Roberto
y su esposa nos pidieron que les hagamos llegar su saludo y
agradecimiento ante las muchas muestras de apoyo y cariño que reciben a
diario, y la certeza que seguirá luchando por la vida.
A su disposición se
ha puesto lo más avanzado de la medicina cubana. Pero a Roberto le falta
algo importante, le falta el abrazo de su hermano mayor, le falta René.
En circunstancias tan difíciles como las que atraviesa Roberto, la
presencia de René tal vez sea una de las mejores medicinas que necesita
hoy.
El abogado de René
ha solicitado que se le permita viajar de inmediato a La Habana por
dos semanas, para acompañar a Roberto, sus padres y familia en momentos
como estos. Lo que
está solicitando su abogado es elemental, René ha permanecido por 13
largos años en prisión, ya cumplió su injusta condena y ha dado muestras
suficientes del cumplimiento de su libertad supervisada durante estos 5
meses, donde persiste la prohibición a ser visitado por su esposa.
Solo
se está pidiendo un poco de humanidad, un alto al fuego, una tregua en
medio de tanta crueldad, de tanto daño permanente, de tanto odio. Solo
una pequeña tregua que mitigue el sufrimiento enorme de esta familia.
René debe retornar a Cuba de inmediato. Estados Unidos debe autorizarlo
cuanto antes.
Comité Internacional por la Libertad de los 5 Cubanos